viernes, 26 de junio de 2009

PRIMERO EL HUEVO O LA GALLINA?

Continuación de la primera publicación de el día 26 de junio 2009 de Víctor Montoya




¿PRIMERO ESTÁ EL LENGUAJE O EL PENSAMIENTO?
Si para el polémico Noam Chomsky, el idioma es una especie de computadora que funciona de manera automática, como los procesos de asociación antes de pensar, entonces habría que suponer que el lenguaje está primero. La "teoría reguladora" explica que la acción y el pensamiento dependen de la capacidad lingüística de la persona, en tanto el psicólogo suizo Jean Piaget, cuya teorías cognitivas son ampliamente conocidas, sostiene que el lenguaje es, en gran medida, el producto del desarrollo de la acción y el pensamiento, ya que tanto la palabra como la idea son imágenes observadas y no a la inversa. Empero, no faltan quienes aseveran que durante el desarrollo intelectual del individuo hay una interrelación dialéctica entre el lenguaje y el pensamiento. De modo que responder a la pregunta si primero está el lenguaje o el pensamiento, es lo mismo que responder a la pregunta si primero está el huevo o la gallina.
De cualquier modo, las tres teorías fundamentales que responden a la pregunta de si primero está el lenguaje o el pensamiento se pueden sintetizar así:
La teoría de: "el lenguaje está antes que el pensamiento" plantea que el idioma influye o determina la capacidad mental (pensamiento). En esta corriente lingüística incide la "gramática generativa" de Noam Chomsky, para quien existe un mecanismo idiomático innato, que hace suponer que el pensamiento se desarrolla como consecuencia del desarrollo idiomático. Por lo tanto, si se considera que el lenguaje es un estado interior del cerebro del hablante, independiente de otros elementos adquiridos del entorno social, entonces es fácil suponer que primero está el lenguaje y después el pensamiento; más todavía, si se parte del criterio de que el lenguaje acelera nuestra actividad teórica, intelectual y nuestras funciones psíquicas superiores (percepción, memoria, pensamiento, etc).
La teoría de: "el pensamiento está antes que el lenguaje" sostiene que la capacidad de pensar influye en el idioma. No en vano René Descartes acuñó la frase: "primero pienso, luego existo". Asimismo, muchas actitudes cotidianas se expresan con la frase: "tengo dificultad de decir lo que pienso". Algunos psicolingüistas sostienen que el lenguaje se desarrolla a partir del pensamiento, por cuanto no es casual que se diga: "Una psiquis debidamente desarrollada da un idioma efectivo". En esta corriente lingüística esta la llamada "The cognition hypothesis" (La hipótesis cognitiva), cuya teoría se resume en el concepto de que el "pensamiento está antes que el lenguaje". Pero quizás uno de sus mayores representantes sea Jean Piaget, para quien el pensamiento se produce de la acción, y que el lenguaje es una más de las formas de liberar el pensamiento de la acción. "Piaget indica que el grado de asimilación del lenguaje por parte del niño, y también el grado de significación y utilidad que reporte el lenguaje a su actividad mental depende hasta cierto punto de las acciones mentales que desempeñe; es decir, que depende de que el niño piense con preconceptos, operaciones concretas u operaciones formales. (Richmond, P. G., "Introducción a Piaget", 1981, pág. 139).
La "teoría simultánea" define que tanto el lenguaje como el pensamiento están ligados entre sí. Esta teoría fue dada a conocer ampliamente por el psicólogo ruso L.S. Vigotsky, quien explicaba que el pensamiento y el lenguaje se desarrollaban en una interrelación dialéctica, aunque considera que las estructuras del habla se convierten en estructuras básicas del pensamiento, así como la conciencia del individuo es primordialmente lingüística, debido al significado que tiene el lenguaje o la actividad lingüística en la realización de las funciones psíquicas superiores del hombre. Asimismo, "El lenguaje está particularmente ligado al pensamiento. Sin embargo, entre ellos no hay una relación de paralelismo, como frecuentemente consideran los lógicos y lingüistas tratando de encontrar en el pensamiento equivalentes exactos a las unidades lingüísticas y viceversa; al contrario, el pensamiento es lingüístico por su naturaleza, el lenguaje es el instrumento del pensamiento. Lazos no menos fuertes ligan al lenguaje con la memoria. La verdadera memoria humana (intermediadora) más frecuentemente se apoya en el lenguaje que en otras formas de intermediación. En igual medida se realiza la percepción con la ayuda de la actividad lingüística" (Petrovski, A., "Psicología general", 1980, pág. 205).
Así pues, las diversas teorías que pretenden explicar el origen del lenguaje, las funciones del pensamiento y sus operaciones concretas, son motivos de controversias entre los estudiosos de estas ramas del conocimiento humano. Empero, cualquier esfuerzo por echar nuevas luces sobre este tema, tan fascinante como explicarse los misterios del universo, es siempre un buen pretexto para volver a estudiar las ciencias que conciernen al lenguaje y el pensamiento de todo ser dotado de capacidad racional y sentido lógico.

¿EL LENGUAJE ES INNATO O ADQUIRIDO?

Continuación del articulo del día 24 de junio 2009 de Víctor Montoya


¿EL LENGUAJE ES INNATO O ADQUIRIDO?
En la lingüística, como en otras ciencias del conocimiento humano, existe una disputa entre el empirismo y el nativismo. El nativismo sostiene que la capacidad de ver, oír, pensar y hablar son actos innatos o genéticos. En cambio los empiristas, a la cabeza de los behavioristas o conductistas, están convencidos de que el niño aprende a hablar porque imita a los adultos -sobre todo a la madre- y porque tiene necesidad de manifestar sus necesidades y deseos. Según los empiristas, el niño aprende el idioma de la misma manera que otras destrezas físicas y mentales. Es decir, mediante la llamada "conducta operante", que está determinada por la influencia de factores externos o adquiridos y no así por medio de factores innatos o genéticos.
Así como los empiristas están convencidos de que el niño aprende a articular y combinar sonidos, los nativistas y los psicólogos del Gestalt, que rechazan categóricamente la teoría de que el entorno social sea el único factor determinante en el desarrollo idiomático, están convencidos de que el habla es un don biológico con el cual nacen los humanos, y que la experiencia cognitiva es apenas un estímulo para su desarrollo posterior. De ahí que el psicólogo Arnold Gesell, a diferencia de John B. Watson y Brurrhus Skinner, sostiene la concepción de que gran parte del desarrollo lingüístico del individuo está determinado por factores de maduración interna, y no por las simples influencias del entorno social.
El desarrollo idiomático del individuo, en consecuencia, no se puede explicar desde la "psicología del aprendizaje" o conductismo, sino desde la perspectiva biológica; más aún, si se considera el complicado proceso lingüístico que se genera en el cerebro humano. Según J. Jackson (1835-1911), "cada función realizada por el sistema nervioso es garantizada no por un grupo reducido de células, sino por una complicada jerarquía de niveles de la organización fisiológica del sistema nervioso. En otras palabras, para que la persona pronuncie una palabra no es suficiente con que se activen el grupo de células de la corteza de los hemisferios del cerebro ‘responsable’ de esto… En la gestación de la palabra participan, según su naturaleza, estructura ‘profundidad de yacimiento’, diversos mecanismos cerebrales… En el mantenimiento de los procesos lingüísticos toman parte tanto los más elementales mecanismos fisiológicos del tipo ‘estímulo respuesta’ (E-R) como mecanismos específicos que poseen estructura jerárquica y exclusivamente características para las formas superiores de actividad lingüística". (Petrovski, A., "Psicología general", 1980, pág. 193-94).
Para el pensador y lingüista norteamericano Noam Chomsky -padre de la "gramática generativa"-, el idioma es una suerte de computadora que funciona de manera automática, como los procesos de asociación antes de pensar. Chomsky plantea la teoría de que el niño tiene una programación genética para el aprendizaje de su lengua materna, desde el instante en que las normas para las declinaciones de las palabras, y la construcción sintáctica de las mismas, están ya programadas genéticamente en el cerebro. Lo único que hace falta es aprender a adaptar esos mecanismos gramaticales al léxico y la sintaxis del idioma materno, que, en el fondo, es una variante de una gramática que es común para todas las lenguas, sin que esto quiera decir que exista -o existió- una "lengua madre universal" de la cual derivan todos los idiomas hasta hoy conocidos (Jeffmar, C., "Moder Utvecklingspsykologi", 1983, pág. 66).
El segundo análisis crítico lo dirige Chomsky contra el behaviorismo o conductismo, que contempla el comportamiento lingüístico como un conjunto de estímulos y respuestas (E-R) o, lo que es lo mismo, contra una concepción externa de la lengua. Si el dualismo fue catalogado de error, el conductismo fue considerado irracional, además de igualmente erróneo. El concepto de que el lenguaje sea algo adquirido del entorno social contrasta con la teoría defendida por los nativistas, según la cual el lenguaje es un producto interior de la mente/cerebro del hablante, independiente de las experiencias y los conocimientos adquiridos del entorno social por medio del proceso de aprendizaje.
Con todo, tanto las teorías chomskianas y nativistas han sido motivos de controversias, sobre todo, cuando los empiristas y behavioristas, que no aceptan la existencia de una gramática innata y programada en el cerebro humano, señalan que las diferencias gramaticales existentes entre los idiomas son pruebas de que el lenguaje es un fenómeno adquirido por medio del proceso de aprendizaje. Noam Chomsky, por su parte, responde que estas diferencias se presentan sólo en la estructura superficial de los idiomas, pero no en la estructura profunda. Es decir, si en la estructura superficial se advierte las diferencias gramaticales de los distintos idiomas, en la estructura profunda se advierte una gramática válida para todos los idiomas, pues cada individuo, al nacer, posee una gramática universal que, con el tiempo y gracias a un contexto social concreto, se convierte en una gramática particular.
Asimismo, aparte de las dos teorías mencionadas, se debe añadir la concepción de los "interrelacionistas", quienes consideran que el lenguaje es un producto tanto de factores innatos como adquiridos, ya que el lenguaje depende de impulsos internos y externos, que están determinados de antemano, lo que presupone la preexistencia de sentimientos y pensamientos. Al faltar los conceptos internos -por diversos motivos- falta también la facultad del habla, como en los recién nacidos o en los impedidos mentales. Pero para hablar, además de un contenido psíquico mínimo, hace falta el estímulo externo, el impulso de expresarse y hacer partícipes a los demás de nuestros estados de ánimo. De ahí que el estudio del desarrollo idiomático del individuo es tratado no sólo por la psicolingüística, sino también por la sociolingüística, que estudia cómo el idioma influye y es influido en la interrelación existente entre el individuo y el contexto social, habida cuenta que el lenguaje, además de ser un código de signos lingüísticos, es el acto de expresar ideas y sentimientos mediante la palabra; más todavía, cuando el lenguaje es el primer patrimonio familiar que recibe el recién nacido, a quien le acompaña desde la cuna hasta la tumba, y es la herencia, a veces la única, que transmite a sus descendientes.

miércoles, 24 de junio de 2009

EL ORIGEN DEL LENGUAJE




Una vez situados en los momentos en los que vivimos y creyendo que los dos artículos anteriores serán no se, si esclarecedores pero si a mi parecer una puerta para pensar en los momentos en los que vivimos, en los que hoy nos toca una difícil tarea, la de alfabetizar y además formar sujetos críticos, reflexivos, productivos…

A continuación les brindo un artículo de Víctor Montoya. El cual esta referido a



EL ORIGEN DEL LENGUAJE

A pesar de las innumerables investigaciones realizadas, no se sabe con certeza cuándo y cómo nació el lenguaje, esa facultad que el hombre tiene para comunicarse con sus semejantes, valiéndose de un sistema formado por el conjunto de signos lingüísticos y sus relaciones. Aunque muchos investigadores tratan de echar luces sobre este misterio, sus resultados no pasan de ser más que meras especulaciones. No obstante, por la observación de los gritos de ciertos animales superiores, algunos creen que tales gritos fueron los cimientos del lenguaje hablado.
Desde el punto de vista antropológico y etnológico, es indudable que el lenguaje articulado constituye una de las manifestaciones características que separan al hombre de los seres irracionales. Éstos últimos expresan y comunican sus sensaciones por medios instintivos, pero no hablan, a diferencia de los seres dotados de conciencia. Por lo tanto, si tuviésemos que añadir un sexto sentido a los cinco tradicionales, sin duda alguna ésta sería el habla, ya que la lengua, además de servir para el sentido del gusto y otras funciones cotidianas, tiene la aplicación de emitir sonidos articulados, una particularidad que, como ya dijimos, nos diferencia de los animales inferiores con los que compartimos: vista, oído, tacto, olfato y gusto.
De otro lado, el animal no es capaz de planificar sus acciones, puesto que toda su conducta instintiva está determinada por su sistema de reflejos condicionados e incondicionados. La conducta humana, en cambio, se define de forma absolutamente diferente. La situación típica del individuo es el proceso de planteamiento y solución de tal tarea por medio de la actividad intelectual, que se vale no sólo de la experiencia individual, sino también de la experiencia colectiva. Consiguientemente, el hombre, a diferencia de los animales inferiores, sabe planificar sus acciones, y el instrumento fundamental para tal planificación y solución de las tareas mentales es el lenguaje. Aquí nos encontramos con una de sus funciones más elementales: la función de instrumento del acto intelectual, que se expresa en la percepción, memoria, razonamiento, imaginación, etc.
Los primeros signos articulados por los pitecántropos, que habitaron en Asia y Africa, data de hace unos 600.000 a. de J.C. Después vinieron otros homínidos cuya capacidad craneal, superior al "Homo erectus", les permitió fabricar utensilios rudimentarios y descubrir el fuego, pero también idear un código de signos lingüísticos que les permitiera comunicar sus sentimientos y pensamientos. Durante el paleolítico (aproximadamente 35.000 a. de J.C.), tanto el "Hombre de Neandertal" como el "Hombre de Cro-Magnon" dan señales de que poseían un idioma comunicativo y una anatomía equiparable a la del hombre moderno. Quizás éstos sean algunos posibles "momentos" en la evolución del lenguaje humano, desde la remota época en que el "Homo sapiens" hacía simples gestos acompañados de gritos o interjecciones -a la manera de ciertos animales-, hasta la descripción oral de los objetos que le rodeaban y la designación de ideas mediante sonidos que suponían el aumento de la capacidad de abstracción; un periodo en el que nacen las primeras lenguas, coincidiendo con el desplazamiento de los hombres primitivos.
Con el transcurso del tiempo, los hombres primitivos empezaron a vivir en pequeños grupos familiares, usando un lenguaje que era de uso exclusivo del grupo, con palabras que expresaban una idea común para todos. Poco a poco se fueron reuniendo en comunidades más grandes, formando tribus y poblados. Algunos grupos se desplazaron a lugares más o menos lejanos buscando nuevos territorios donde se podía encontrar caza y pesca, mientras otros se trasladaron en busca de regiones más cálidas, generalmente junto a los ríos, donde construyeron sus chozas y consolidaron su lengua materna. Valga aclarar que si los habitantes de un lugar carecían de relaciones con los de otros, no es nada probable que usaran el mismo lenguaje para comunicarse entre sí, lo que hace suponer que desde el principio hubo varias lenguas, y no una sola "lengua madre" como generalmente creen los defensores del mito bíblico sobre "La Torre de Babel".
La filología comparada, en su estudio sobre las relaciones entre las diversas lenguas, no ha logrado encontrar ninguna esencialmente primitiva de la cual provengan todas las demás; ninguna "lengua madre" universal, y únicamente asigna la denominación de "lenguas madres" a aquellas de las cuales se han derivado algunos idiomas, como el latín, que es la "lengua madre" del francés, español, portugués, italiano y otras lenguas neolatinas.
Los antropólogos, etnólogos y lingüistas, desde Luis Heyre (1797-1855) hasta la fecha, han realizado profundas investigaciones en procura de averiguar la posible existencia de un primitivo origen del lenguaje, estableciéndose diferentes hipótesis encaminadas unas a las relaciones psicofísicas entre las sensaciones de la visualidad y las auditivas; otras, tomando como fundamento de la formación natural del lenguaje, la evolución progresiva impuesta por el entorno social, y motivado por las necesidades del ser humano. Se ha pensado en la onomatopeya, en la observación del lenguaje infantil, en la expresión de sentimientos, en las interjecciones, etc. Pero los más destacados psicólogos y lingüistas -a la cabeza de Antonio Meillet (1866-1936)-, han llegado al reconocimiento de que hallar un lenguaje primitivo único es un problema insoluble, por lo que se limitan a clasificar las lenguas y señalar las raíces de las que consideran más primitivas.
En cualquier caso, se debe añadir que la evolución del lenguaje ha sido paralela a la evolución del hombre desde la más remota antigüedad. Los idiomas que abundan en la actualidad, agrupadas en las ramas de un mismo tronco lingüístico, siguen causando controversias entre los investigadores, puesto que el estudio del origen del lenguaje es tan complejo como querer encontrar el "eslabón perdido" en el proceso de humanización de nuestros antepasados.
Una sociedad, por muy organizada que esté, es incapaz de fijar definitivamente el lenguaje, porque éste se forma progresiva y gradualmente, por lo que no existe ninguna lengua que pueda llamarse completa por no existir ninguna que exprese todas nuestras sensaciones y todas nuestras ideas. No obstante, el humano, como cualquier ser social por naturaleza, necesita relacionarse con sus semejantes, hablando y escuchando, y el principal instrumento de comunicación es el lenguaje, cuyo sistema, constituido por signos verbales o palabras, hace que los individuos se entiendan entre sí. De no existir el lenguaje, tanto en su forma oral como escrita, sería más difícil la convivencia social y más primitiva nuestra forma de vida. Además, gracias al lenguaje ha sido posible lograr grandes éxitos en el conocimiento y dominio de las fuerzas de la naturaleza.

VÍCTOR MONTOYA

martes, 23 de junio de 2009

Y... si pensamos un poco en que tiempos vivimos?

Frágil el niño, frágil el adulto- Lewkowicz- Articulo de Pagina/12




Como se puede apreciar en la modernidad la institución escuela la cual contiene la institución infancia se apoyaba en supuestos como alimentación, salud, etc. Las instituciones antes nombradas se encontraban atravesadas por lo económico, lo social, lo político, la familia, lo epocal y la ciencia. La influencia de los agentes en esta época consideramos que es mínima si bien no lo dice el artículo pero deducimos esto ya que creemos que la escuela ha ido cambiando paulatinamente por la acción de estos agentes entre otras cosas.

Hoy en la posmodernidad entre la institución escuela y los supuestos hay un gran abismo, ese abismo se trata de sobrellevar por la acción de los agentes -hoy indispensables para que la escuela pueda cumplir con la función que se le confiere- que instituyen acciones en la institución antes no previstas.

También debemos decir que la institución aun hoy se encuentra atravesada por la economía, la familia, etc., pero sobre todo se ve atravesada como las demás instituciones por el consumo que hace que hoy no tengamos infancia sino chicos vistos estos chicos como consumidores al igual que los adultos de esto podríamos dar innumerables ejemplos.

Por ultimo y para cerrar graficamos la institución de la posmodernidad como si fuera liquida ya que es en esta posmodernidad en donde todas las relaciones he instituciones son liquidas cosa que no pasaba en la modernidad las instituciones se caracterizaban por ser sólidas.

A continuación red sobre el mismo articulo






Silvana Gabriela Calzia

lunes, 22 de junio de 2009

PARA REFLEXIONAR

Para comenzar voy a destacar un párrafo en particular de Roberto Follari en el cual dice: “Toda sociedad requiere prolongarse en el tiempo, reproducirse como tal. Para ello, tiene que mantener el lazo a través de la transmisión a los nuevos miembros de los principios y valores que sostiene la cohesión básica.

Esta función –en cada momento histórico- es necesariamente cumplimentada, en cada caso de manera diferente.”

El párrafo anterior me lleva a reflexionar sobre la relación del hombre con el conocimiento. Es sabido que desde que el hombre es hombre ha querido perpetuarse (procrear) y perpetuar sus costumbres y conocimientos. Esta acción del hombre como conoce y como trasmite estos conocimientos ha variado a lo largo de la historia.

En los pueblos primitivos eran los sabios los que tenían el saber.

En la antigüedad la educación estaba más enfocada a la formación general del hombre y del ciudadano que a la transmisión y al contenido de los conocimientos lo que se llamaba dialéctica, practicada por Sócrates en sus famosos diálogos, técnicas capaces de hacer progresar el razonamiento y el conocimiento.

Pero haré hincapié a partir de la edad media. En este periodo el hombre se relacionaba con el saber por medio de la iglesia esta era la encargada de la educación, se basaban en la transmisión de la fe.

Lo mismo pasaba en el arte el hombre recreaba lo sagrado, lo divino.

La educación para este entonces solo la recibían unos pocos.

Pero esto comienza a cambiar a partir de la modernidad; junto con la Revolución Francesa es justo en esta época donde surge la institución escuela, la cual planteaba una educación universal, obligatoria: un espacio para todos los ciudadanos. – se excluye a los mas pobres y a las mujeres-

Esta escuela moderna se va a regir por la razón, la búsqueda de esta razón deja afuera la construcción del sujeto.

Los conocimientos que impartía la escuela eran los abordados por la ciencia; verdades ultimas garantizadas por el conocimiento científico.

En esta época es cuando las artes comienzan a ser racionales destacándose entre los movimientos el Cubismo, la Bauhaus por solo nombrar algunos. Las artes plásticas la arquitectura y las demás artes comienzan a regirse por la razón característica de esa época.

En resumen modernidad, periodo caracterizado por la solides, solides que la daba el conocimiento científico como verdades absolutas, la búsqueda de la razón, su universalidad, y el hacer hoy para construir un futuro solidó.

Pero para comenzar a hablar de la posmodernidad también debo mencionar que es en la modernidad donde se comienzan a gestar los cambios sobre todo los tecnológicos que no son de menor importancia ya que estos avances son los que nos llevaron a ella.

Posmodernidad caracterizada no por la búsqueda de verdades absolutas, únicas y universales es en esta época donde las realidades son relativas, provisorias.

Las características de la posmodernidad influyen en todas las esferas; la ciencia ya no se rige por único método sino que cada disciplina utiliza su método.

En el ámbito educativo hoy la escuela tiene exclusivamente la enseñanza del conocimiento es su encargo social a demás de la socialización función que cumplen otras instituciones como la iglesia, la familia, los clubes, etc.

La escuela hoy intenta ser abierta para todos, pluralista, pero en mucho de los casos no lo es tenemos que reflexionar el actuar hoy en la escuela ya que no estamos en la modernidad donde la escuela se sustentaba en supuestos como por ejemplo un niño bien alimentado, con una adecuada atención primaria respecto a salud, etc. Un niño considerado frágil e inocente. Hoy ya no podemos pensar al niño de esta manera, es por eso que en mucho de los casos fracasan los docentes y en el peor de los casos las instituciones porque no se atiende a los emergentes, seguimos creyendo que la escuela de hoy debe ser la escuela de la modernidad creemos todavía en esos supuestos sólidos de la modernidad sin pensar que hoy en la posmodernidad la realidad es muy diferente, hoy los supuestos son otros, hay niños sin comer, sin ropa, sin familia, niños que trabajan, etc. Es por esto que debemos reflexionar sobre nuestra práctica educativa y no solo por los niños sin, sino también por los niños con exceso, esos que los medios de comunicación los prepara para el consumo niños que no saben esperar otra de las características de la posmodernidad, quiero ya, es muy cómico ver la tele y escuchar “llame ya”, “téngalo ya”, “es suyo ya”, etc. lo mismo sucede en Internet uno esta navegando y los cartelitos del ya son innumerables, pareciera que la palabra mágica hoy es ya. Con respecto a este consumo creo que la escuela hoy mas que nunca debe abordar los contenidos desde una mirada critica y hacer que los niños sean críticos, enseñarles a pensar, a reflexionar, a cuestionarse en cuanto a lo que leen, a lo que ven, a lo que le venden los medios masivos de educación e incluso ir mas allá de la mirada de nosotros los educadores debemos enseñarles a ser libres e independientes algo tan difícil en esta posmodernidad. Porque aunque algunos digan que somos libres yo pienso que nuestros niños no son libres ya que están presos por el televisor, Internet, etc. Creo que con respecto a esto que hay mucho para reflexionar, simplemente quiero agregar algo para la reflexión: ¿Si la escuela ejerce violencia simbólica? ¿Las políticas económicas, educativas y de estado no ejercen una libertad simbólica?

Por ultimo no me quiero olvidar de las expresiones artísticas en la posmodernidad las cuales a diferencia de la modernidad que desvalorizo lo que le precedía los artistas actuales lo recrean, reciclan, reinventan, revalorizan y las reajustan a esta época, es muy común ver en la actualidad obras eclécticas en las cuales podemos observar de iconos de diferentes épocas como por ejemplo La Gioconda, El David -renacimiento- Las Meninas –Barroco- Marilyn Monroe de Andy Warhol todos juntos recreados por un artista de la Posmodernidad.



SILVANA GABRIELA CALZIA